A estas alturas de la temporada, todos sabemos quién es el “mánager sabelotodo”: el que ha leído todos los libros de management (o al menos lo dice), el que tiene una respuesta para cada reto (aunque a veces la respuesta sea más una sentencia retórica que una solución concreta), y el que, cuando llega el email sobre un nuevo plan de formación, se siente inmune. Porque claro, si ya lo sabe todo, ¿para qué molestarse en perder el tiempo en un curso? ¡Él ya es un experto!
Pero querido “mánager sabelotodo”, hoy vamos a contarte, con un toque de ironía y buen humor (para que no te lo tomes muy a pecho), por qué deberías aprovechar esas oportunidades de formación que te ofrece tu empresa, y no excluirte como si fueras un ser superior que ya nada tiene que aprender. Créeme, aunque parezca increíble, ¡incluso tú puedes aprender algo nuevo!
La gran mentira «Yo ya sé todo esto»
Vamos a empezar con la mayor excusa del “mánager sabelotodo”: «Yo ya sé todo esto.» En serio, lo hemos escuchado miles de veces. Claro, claro, ya sabes de liderazgo, de gestión de equipos, de inteligencia emocional, de resolución de conflictos, y hasta de cómo reparar la impresora cuando se atasca. Lo sabes todo. Pero déjanos decirte un pequeño secreto: nunca sabemos todo.
Es más, la formación no se trata solo de «aprender cosas nuevas». A veces se trata de refrescar conceptos (que a lo mejor ya olvidaste) o de aprender enfoques nuevos a problemas antiguos. Pero claro, para el “mánager sabelotodo”, esto suena a pérdida de tiempo. «¿Qué me van a enseñar en un curso de habilidades directivas que no haya aprendido ya en mi extensa carrera?», te preguntas con aire de superioridad mientras archivas la invitación al curso en tu bandeja de «spam mental». ¡Ah, el ego!
La formación es para los demás… ¿en serio?
Luego viene el clásico argumento de que «la formación es para los demás». Tú, como mánager veterano, curtido en mil batallas, piensas que estos cursos están diseñados para los más jóvenes, o peor aún, para aquellos que «aún necesitan mejorar». Porque claro, tú ya estás en la cima, ¿verdad? ¿Qué más podrías mejorar?
Te imaginamos en la sala de formación, con una cara de desinterés mientras piensas: «Este curso es para que los demás se pongan a mi nivel». Pero lo que no te das cuenta es que, al saltarte estas oportunidades, te estás perdiendo la posibilidad de mejorar aún más, de actualizarte, de adaptarte a los tiempos que cambian (que, por cierto, lo hacen a una velocidad vertiginosa). Vamos, ¡ni los softwares de gestión están exentos de actualizaciones! ¿Por qué ibas a estarlo tú?
El miedo a quedar mal (o peor: a que te enseñen algo nuevo)
Aquí viene un toque de humor (y realidad) que tal vez no habías considerado: ¿y si, en medio del curso, alguien menciona un término que no conoces? ¡Oh, la tragedia! ¡El “mánager sabelotodo” pillado in fraganti! La ansiedad empieza a aflorar: «¿Cómo es posible que haya algo que no sé?»
Pero no te preocupes, esto no va de avergonzarte, sino de entender que estar en una formación no es señal de debilidad. Es señal de fortaleza. No te excluyas del proceso porque temas quedar mal por no saber algo. Al contrario, aprovecha para brillar por tu humildad al aprender algo nuevo (porque sí, la humildad también es una habilidad que podrías mejorar un poquito… solo un poquito).
La paradoja del tiempo: «No tengo tiempo para formarme»
Ah, el argumento favorito del “mánager sabelotodo”: «No tengo tiempo para formarme.» La paradoja del siglo XXI. Entre reuniones, correos electrónicos interminables y gestionar equipos, por supuesto que es difícil encontrar tiempo para uno mismo. Pero la cuestión es, ¿qué pasaría si considerases que dedicar tiempo para formarte te haría ganar más tiempo a largo plazo?
El “mánager sabelotodo” suele pensar que la formación es una pérdida de tiempo, cuando en realidad, las habilidades que puedes aprender (gestión del tiempo, liderazgo, comunicación efectiva, toma de decisiones) te harán mucho más valioso. Entonces, sí, amigo, tal vez no tengas tiempo ahora, pero si inviertes ese tiempo en mejorar tus habilidades, ganarás tiempo para lo que realmente importa: hacer tu trabajo sin la necesidad de creer que debes “salvar el mundo cada día”.
Liderar con el ejemplo
Aquí va una joya para reflexionar. Como “mánager sabelotodo”, es probable que animes a tu equipo a formarse. Claro, les dices a todos que deben asistir a los cursos, que deben mejorar sus habilidades, que siempre hay algo nuevo que aprender. Pero… cuando llega tu turno, te haces el despistado. Curioso, ¿verdad?
Si realmente quieres ser un buen líder, deberías liderar con el ejemplo. Porque, ¿qué mensaje estás enviando a tu equipo cuando tú mismo no participas en las oportunidades de formación? Algo así como: «Ustedes necesitan mejorar, yo ya estoy a otro nivel». Y claro, esa actitud no solo resulta irritante, sino que crea una barrera entre tú y tu equipo. ¿Qué tal si te sorprendes a ti mismo y te inscribes en la formación?
Spoiler: No serás menos inteligente por formarte
Aquí va otro mito que debes desterrar: asistir a cursos no te va a hacer menos inteligente. Al contrario, te hará más sabio. La formación constante es lo que distingue a los buenos mánager de los grandes líderes. Y no, no estamos hablando de hacer que el “mánager sabelotodo” pierda su encanto. Puedes seguir siendo sabelotodo, pero ahora con una mejor base de conocimiento y herramientas.
Recuerda: incluso los genios (sí, te estamos llamando genio) necesitan seguir aprendiendo. Así que no te preocupes, al participar en una formación, no perderás tu estatus de «sabio». Lo único que puedes perder es la oportunidad de mejorar, y eso, querido “mánager sabelotodo”, sería un verdadero error.
¡Atrévete a aprender algo nuevo!
Querido “mánager sabelotodo”, la próxima vez que recibas una invitación a un curso de formación, no lo borres de inmediato. Respira, relájate y piensa en la oportunidad que tienes ante ti. Porque, aunque te cueste admitirlo, hay mucho que puedes aprender, mucho que puedes mejorar y mucho que puedes aportar al participar activamente en estos programas.
Así que, ¿por qué no dar el primer paso y demostrar que, además de saberlo todo, también eres un mánager con visión de futuro, dispuesto a crecer y mejorar constantemente? Después de todo, hasta los más sabios necesitan, de vez en cuando, una actualización.
Y si todo falla, siempre podrás seguir impresionando a tus compañeros con tu vasto conocimiento sobre… bueno, sobre casi todo 😉 ¡Pero esta vez, con aún más razones para presumir!
Aquí encontrarás más información sobre nuestros programas de formación en habilidades.