Con frecuencia escuchamos que «el tiempo es dinero». Pero ¿qué tal si pensamos en el tiempo como una inversión en el potencial humano? Al igual que un jardinero dedica tiempo y esfuerzo a cultivar un jardín, los mánager deben entrenar y desarrollar a sus colaboradores, dedicándoles el tiempo y la atención necesarios para que florezcan.
Una poderosa metáfora que ilustra este concepto proviene de Stephen Covey, en su historia del oculista y las gafas prestadas:
“Imagina un oculista que, en lugar de evaluar las necesidades específicas de cada paciente, simplemente presta sus propias gafas a todos los que entran en su consulta. ¡Qué absurdo sería! Cada persona tiene necesidades visuales únicas, y unas gafas que funcionan para una persona pueden ser completamente inútiles para otra.”
Al igual que cada miembro del equipo tiene habilidades, fortalezas y áreas de mejora distintas; un mánager eficaz no puede simplemente aplicar una solución única para todos. Debe dedicar tiempo a entender y conocer a cada uno de sus colaboradores, identificar sus necesidades y proporcionar las herramientas y el apoyo adecuados para su desarrollo.
Invertir en el Potencial Humano
- diagnóstico personalizado: al igual que un buen oculista evalúa la visión de cada paciente, un buen mánager debe conocer a fondo a su equipo, es decir, comprender sus metas, motivaciones y desafíos.
- herramientas adecuadas: proporcionar las «gafas» adecuadas significa ofrecer formación, recursos y oportunidades que se ajusten a las necesidades individuales de cada persona.
- seguimiento y apoyo continuo: el desarrollo no es un evento único. Requiere seguimiento y apoyo continuo, ajustando el enfoque según sea necesario para asegurar el crecimiento constante de cada persona.
- escucha activa: escuchar a los colaboradores es fundamental. Entender sus perspectivas y feedback ayuda a crear un entorno de trabajo colaborativo y de confianza.
- superando barreras internas: los miedos, las creencias limitantes y las percepciones individuales de los colaboradores, son las barreras internas que boicotean e imposibilitan el lograr nuevas metas de crecimiento y desarrollo. En muchas ocasiones son excusas, pero no debemos convertirnos en cómplices de su estancamiento.