El sector inmobiliario y la transformación digital

Según la publicación “Impacts” especializada en el sector y perteneciente al grupo Savills, el valor del negocio inmobiliario a nivel mundial era a finales de 2017 de 281 billones de dólares, es decir, casi cuatro veces más que el PIB mundial en ese año. Casi la mitad se concentra en Europa y EE.UU., aunque su población representa menos del 20% del total.  
“El sector inmobiliario, como tal, aún no ha experimentado un cambio tecnológico profundo”
Sin embargo, mientras otros sectores de actividad han afrontado con rapidez la transformación digital generando sus propias fuentes de valor para el negocio, el inmobiliario necesita acelerar su adaptación. En este sentido, podemos identificar tres ejes dinamizadores de la digitalización del sector:
  1. La experiencia del cliente final.
Con independencia del uso comercial o residencial del inmueble, la relación con el cliente final es clave desde la localización de propiedades hasta su posterior mantenimiento. A finales de los años 80, una de cada cuatro casas que se vendían eran consecuencia de los anuncios en periódicos. Hoy, más de la mitad dependen de su posicionamiento en Internet, en páginas web y aplicaciones móviles atractivas y funcionales. Los intermediarios se han visto forzados a redefinir su rol.
  1. La transparencia del sector.
El acceso a la información por parte de todos en tiempo real obliga a todos los intervinientes a emitir garantías adicionales de claridad y transparencia.
  1. Cumplimiento legal (compliance).
El empleo de un ecosistema digital adecuado puede avalar la limpieza de las operaciones y prevenir transacciones fraudulentas o implantar políticas anti-blanqueo de capitales eficaces: conexiones directas con portales gubernamentales para verificar credenciales, identidades, impuestos, etc. Resumir el impacto de la tecnología y la digitalización en la distribución a través de la irrupción de empresas como Amazon o Netflix es fácil. Extrapolar estos casos de éxito al sector inmobiliario nos desvela una situación complicada. Por supuesto que ahora podemos buscar propiedades en Internet al estilo de las clásicas secciones de clasificados y entrar en contacto con el ofertante directamente por email o whatsapp. Pero este uso de la tecnología simplemente ha reemplazado al periódico o el teléfono. El sector, como tal, aún no ha experimentado un cambio tecnológico profundo. En general, la tecnología que más puede impactar en este proceso de adaptación digital está relacionada con la Inteligencia Artificial, Blockchain y Realidad Virtual (o Aumentada).

Inteligencia Artificial (IA)

Aunque la IA está en una incipiente fase de desarrollo, ofrece el potencial de facilitar mucho la vida al sector inmobiliario, sobre todo en lo relacionado con las tareas y procesos administrativos. Hablamos de aplicaciones informáticas capaces de recopilar ingentes cantidades de datos procedentes de multitud de fuentes, para aprender a reconocer patrones de comportamiento y predecir acontecimientos. No tardaremos mucho en ver aplicaciones automatizadas capaces de atender y responder consultas a detalles y condiciones de los inmuebles disponibles.

Blockchain

Blockchain se creó en 1991 por los científicos Stuart Haber y W. Scott Stornetta para garantizar la custodia de documentos digitales, con sello de tiempo, y que no se pudieran modificar o manipular después bajo ningún concepto. Blockchain ahora está en boca de todos gracias a Bitcoin ya que es la tecnología que está detrás de la criptomoneda. En esencia, Blockchain es un gran libro de contabilidad virtual (como un libro mayor) donde se registran todas las cosas que pasan, pero que está compartido en muchos ordenadores y, además, todos esos ordenadores tienen una copia exacta de ese libro. La seguridad es la principal razón por la que se están desarrollando tantos usos de esta tecnología. De ahí que los hackers pidan los rescates en bitcoins, porque les permite recibir el pago de forma segura y permanecer en el anonimato más absoluto. Más allá de facilitar las transacciones inmobiliarias, la tecnología Blockchain puede ser una buena solución para prevenir fraudes o perfeccionar operaciones de manera virtual.

Realidad Virtual (o Aumentada)

La Realidad Virtual (RV) es una tecnología que mezcla la grabación del mundo físico con uno simulado (virtual), en tiempo real, es decir, sucede delante nuestro. La realidad aumentada (RA) es el término que se usa para definir la visión de un entorno físico del mundo real a través de un dispositivo tecnológico, es decir, los elementos físicos tangibles se combinan con elementos virtuales. La RA se ha popularizado de la mano del juego Pokémon Go.
“En general, la tecnología que más puede impactar en este proceso de adaptación digital está relacionada con la Inteligencia Artificial, Blockchain y Realidad Virtual (o Aumentada)”
Las aplicaciones de la RV o RA en el sector inmobiliario son múltiples desde el uso de cámaras 360º para generar diseños virtuales que ofrecer a los clientes sin necesidad de hacer una visita, hasta aplicaciones que nos simulen una reforma y su presupuesto de realización en tiempo real.

El futuro

La convergencia de la tecnología y los nuevos usos de los clientes finales, así como la tangibilización de algunos servicios derivados de aplicaciones informáticas determinarán la rentabilidad de la digitalización en el sector. El Internet de las cosas y sus dispositivos abren las puertas a un mundo de posibilidades. De hecho, la compra de la empresa Nest.com (visualización y control desde un único panel de todos tus dispositivos domésticos conectados, como luces, cámaras, televisores) por parte de Google impulsó la entrada de inversores en otras muchas iniciativas que demandaban los fondos para expandirse globalmente: por ejemplo, Sonos (sistemas de altavoces, sonos.com/es) o Ring (seguridad doméstica, ring.com/es). La disponibilidad y el manejo de grandes cantidades de datos para tomar decisiones de inversión y planificación ha generado nuevos modelos de negocio. La manera en la que empresas como la norteamericana Zillow, fundada por los ex directivos de Microsoft, Rich Barton y Lloyd Frink, integran datos para extraer valor en el sector inmobiliario es sorprendente. Por otro lado, la empresa CoStar declara haber invertido 1.000 millones de dólares en su plataforma de datos inmobiliarios donde se añaden más de 14 millones de fotografías de inmuebles al año, atienden 47.000 consultas de agentes al día o realizan 5 millones de cambios en sus bases de datos al día. HouseCanary (housecanary.com) ha redefinido el modelo de tasación de inmuebles no sólo añadiendo máxima transparencia a las variables que incorpora en su estimación (tanto del exterior como del interior de la casa) sino también conectándola con información financiera. Otro buen ejemplo es Houzz (houzz.es) donde el cliente final entra en contacto directamente con los arquitectos, agentes inmobiliarios, contratistas y albañiles, interioristas, decoradores, paisajistas, etc., para emprender reformas desde una exploración previa de necesidades. En España, desde 2015, ya cuentan con casi 7.500 arquitectos, 1.000 empresas de diseño y 1.200 agentes inmobiliarios. No debemos subestimar la capacidad del sector para afrontar los cambios y el futuro con soluciones adaptadas a la realidad actual. Los profesionales del sector conviven con retos muy dispares: volatilidad del mercado, financiación deficiente, cambios demográficos, incertidumbre política, etc. La planificación y la gestión en las empresas requiere una visión a largo plazo y el sector inmobiliario se encuentra inmerso en una posición que demanda líderes que sean capaces de anticiparse al futuro y apuesten por adoptar nuevas ideas que mejoren su habilidad para preparar a sus equipos.
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